“Un profundo lector, siempre he querido ser eso’’ Juan Camilo Rincón
- Carolina Vargas
- 30 may 2017
- 3 Min. de lectura

El escritor, comunicador social y periodista Juan Camilo Rincón, egresado de la Universidad Externado de Colombia, ha dedicado gran parte de su vida a la literatura y a la investigación. Es autor de libros como ‘‘Viaje al corazón de Cortázar’’ y ‘‘Ser colombiano es un acto de fe’’. A propósito del centenario del nacimiento de Juan Rulfo, fue invitado por el Fondo de Cultura Económica para dar una conferencia que tituló “Los rastros de Juan Rulfo en Latinoamérica”.
Muchos periodistas quieren tener la razón y les cuesta diferenciar que las opiniones no contienen la verdad absoluta. ¿A los escritores les pasa igual? Usted que tiene ambos oficios, ¿cómo lo maneja?
Yo creo que el ego está en todo, hasta para el ingeniero, creo que todo el mundo tiene ego. Siempre hay una idea de que uno es más que los demás y yo creo que es más de la naturaleza humana que de la profesión, pero considero que la literatura puede aprender del periodismo en entender que no se habla con egos o con academicismos a las personas, sino que se habla desde el corazón, desde la conversación oral del día a día y creo que ahí está la maravilla.
¿Qué no le puede faltar al momento de escribir?
Mis tres gatos y agua, tomo agua a cada rato.
Gabriel García Márquez en su prólogo de Doce cuentos peregrinos, dice que hay cosas de la profesión de escribir que no tienen fundamento científico, sino que son secretos de la profesión. ¿Cree usted que existen esos secretos?
Claro, no revelaré ninguno, simplemente escriban que así se aprende. Lo que sí puedo decir es que en mi primer libro cometí muchos errores que posteriormente ya no tanto. Siguen apareciendo errores, claro, pero el tema de escribir, que es un constante aprendizaje, es algo mágico. El encuentro con el error, enfrentarse a él, saberlo manejar y que al final uno sienta que expresa lo que uno quería transmitir
¿Cuánto tiempo lleva escribiendo?
Investigando cerca de unos 15 años y escribiendo, que es diferente, hace seis años. Mis libros son de hace poco pero ya llevaba mucho tiempo investigando y dije ‘‘no, ya debo sacar esto’’ (risas).
Dicen que un periodista no se puede quedar sin preguntas, ¿con qué no se puede quedar un escritor? También sin preguntas, pero no solo las preguntas a los otros sino a uno mismo. Uno tiene que autocuestionarse constantemente en el libro, entender, acercarse y pensar en el lector, porque en el momento que uno deja eso, el libro se vuelve otra cosa.
¿Planea escribir un libro sobre Juan Rulfo?
Voy a sacar un tema de la relación de México y Colombia que es de Comala y Macondo, las regiones más transparentes de América Latina. Esperemos que salga pronto pues ya casi está listo.
¿Qué consejo les daría a los jóvenes que quieran dedicarse a escribir?
Creo que para que un escritor entienda y se encuentre tiene que leer, es el mejor consejo que le puedo dar a un estudiante. Que lea, se pregunte y autocuestione, esas son las tres herramientas que forman a un escritor.
¿Lee sus libros una vez publicados?
Nunca. Yo los mando y ya porque si los leo de pronto dejo de escribir, si me doy cuenta que lo hago mal. Cada libro tuvo un proceso y desarrollo diferente.
Ha dedicado su vida a analizar, pero más que todo a escribir sobre los grandes escritores latinoamericanos. En un futuro, si llega a tener la dimensión que tienen los autores que usted trata en sus libros, ¿cómo le gustaría que lo escribieran?
Que me escribieran como un profundo lector, siempre he querido ser eso. Quisiera ser la persona que invitaba a mucha gente a leer literatura latinoamericana.
¿Un libro que no pueda faltar en su biblioteca?
Uy juepucha, es muy difícil. Voy a decir tres: Rayuela, Cien años de soledad y Pedro Páramo.
Dicen que uno no encuentra un libro, sino que él lo encuentra a uno. ¿Cuál lo encontró a usted?
Todos los fuegos el fuego, uno de los libros que me abrió la mente para acercarme a la literatura y darme cuenta que era escritor.
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